El pasado 18 de Julio realizamos en el Instituto Wilhelm Reich de Valencia una nueva sesión del Curso de formación continuada en autorregulación y clínica infantil y de la adolescencia después de la interrupción de 4 meses a causa de la pandemia.
Dado que varios componentes del curso hemos tenido la oportunidad de observar directamente la evolución de niños y adolescentes durante el confinamiento, ya sea por atención directa en la clínica o por haber participado en servicios de apoyo telefónico a familias como el que realizó ASEIA en Galicia (Programa de Apoyo Emocional: PAE) o incluso por experiencia directa en familiares o allegados, dedicamos toda la sesión a relatar y analizar dichas observaciones.
Tanto las regresiones observadas en edades más pequeñas como los pasos al acto en la adolescencia o los cambios en la relación padres – hijos fueron analizadas a partir del contexto familiar y social en el que se desarrollaba cada caso.
Precisamente por haber sido el confinamiento una ocasión en la que la relación padres – hijos ha sido intensa e inevitable, hemos podido constatar cómo la ausencia previa de conflictos significativos en dicha relación ha provocado un mayor acercamiento, y la presencia de éstos o la existencia de dificultades en los primeros años ha supuesto algún tipo de crisis; como dificultad para establecer la autoridad paterna y límites adecuados o actitudes de retraimiento e incluso agorafobia.
El análisis detallado de algunos casos nos sirvió para recuperar la teoría de Melanie Klein para entender las etapas primarias de la evolución de los niños a partir las posiciones esquizo-paranoides y depresiva, tema que retomaremos en su momento.
Señalar por último la constatación de lo importante que es la función del psicólogo infantil para orientar a las familias en situaciones tan complejas como la que hemos vivido y estamos aún padeciendo, tanto desde el punto de vista clínico como desde el asesoramiento, así como la necesaria formación profesional y personal de los profesionales.